Si tu empresa necesita optimizar los traslados internos de cargas, incorporar un arrastrador industrial puede ser la mejor decisión. Estos equipos permiten mover grandes volúmenes de manera segura, eficiente y sin esfuerzo físico, reduciendo tiempos de operación y evitando lesiones al personal. Pero no todos los arrastradores son iguales. Elegir el modelo adecuado es clave para obtener el máximo rendimiento y durabilidad. En esta guía práctica de Movilift, te contamos qué tener en cuenta antes de invertir.
Peso a remolcar: el primer dato clave
Cada arrastrador tiene una capacidad máxima de remolque, que puede variar desde 500 kg hasta más de 50.000 kg en los modelos más robustos. Es fundamental calcular:
- Peso promedio de las cargas que necesitás mover.
- Cantidad de carros o remolques que se conectan al mismo tiempo.
- Existencia de pendientes o rampas en el recorrido.
Nunca elijas un arrastrador justo para el peso que movés. Recomendamos que tenga al menos un 20% más de capacidad para evitar forzarlo y alargar su vida útil.
Autonomía de la batería: no te quedes a mitad de camino
Si optás por un arrastrador eléctrico, uno de los puntos más importantes es la duración de su batería. Esto depende de:
- Cantidad de horas de uso por día.
- Recorridos promedio.
- Frecuencia de paradas o arranques.
Para turnos largos o múltiples turnos, vas a necesitar un arrastrador con batería de mayor amperaje o con batería intercambiable, para mantener la operación activa sin interrupciones.
Asegurate de contar con estaciones de carga o baterías de repuesto si necesitás continuidad en la operación.
Frecuencia de uso: ¿ocasional o intensivo?
¿Usás el arrastrador para mover algunos carros por día o está en funcionamiento continuo durante varias horas?
- Para uso ocasional, puede alcanzarte un modelo compacto y ágil.
- Para uso intensivo, necesitás equipos de mayor potencia, componentes reforzados y menor necesidad de mantenimiento.
En Movilift te ayudamos a elegir entre modelos para logística liviana o de alto rendimiento industrial, según el ritmo de trabajo de tu empresa.
Tipo de superficie: no todos los pisos son iguales
Un error común es no considerar el tipo de superficie donde se moverá el arrastrador. Este detalle impacta en el tipo de rueda, tracción y diseño del equipo.
- Pisos lisos y secos: casi cualquier arrastrador puede operar bien.
- Superficies irregulares, húmedas o con desniveles: necesitás ruedas específicas y buena tracción.
- Exterior/interior: algunos modelos están preparados para uso en ambos entornos, otros no.
Preguntanos por arrastradores con protección contra polvo, humedad o condiciones severas, ideales para industrias alimentarias, farmacéuticas o logísticas.
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Ergonomía y facilidad de manejo: clave para la seguridad
Un buen arrastrador debe ser fácil de operar, incluso por personal sin experiencia previa. Buscá modelos con:
- Controles intuitivos.
- Botón de parada de emergencia.
- Sistema de seguridad anticolisión.
- Diseño ergonómico para evitar fatiga en el operador.
Nuestros modelos en Movilift priorizan el confort del usuario y la seguridad en cada maniobra.
Presupuesto vs. rendimiento: pensá a largo plazo
Es común querer reducir costos al elegir un modelo más económico, pero muchas veces lo barato termina saliendo caro. Elegir un equipo con buena durabilidad, batería eficiente y mantenimiento accesible es una inversión inteligente.
En Movilift te asesoramos para encontrar el mejor arrastrador al precio justo, sin pagar de más ni comprar algo que no necesitás.
¿Por qué elegir tu arrastrador industrial con Movilift?
- Asesoramiento técnico personalizado.
- Stock de modelos eléctricos y a combustión.
- Opciones para uso liviano, pesado o intensivo.
- Servicio postventa y mantenimiento.
Movilift: Soluciones que mueven tu empresa
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