Cuando se habla de seguridad y eficiencia en el manejo de autoelevadores, no basta con tener experiencia al volante. Un factor clave, muchas veces subestimado, es la revisión previa que cada operario debe realizar antes de comenzar la jornada. Según especialistas en maquinaria, este paso no solo garantiza la seguridad del trabajador y de sus compañeros, sino que también ayuda a prolongar la vida útil del equipo y a evitar fallos costosos que pueden detener por completo la operación.
Porque es importante?
La normativa vigente, como la Resolución 960 de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo en Argentina, establece la obligación de realizar controles básicos y de contar con operarios capacitados que sepan detectar anomalías. En este sentido, un buen chofer de autoelevador no solo debe mover cargas: también debe actuar como el primer inspector de la máquina que utiliza a diario.
A continuación, compartimos un checklist detallado para la revisión de un autoelevador.
Checklist que debes tener en cuenta
1. Ruedas y neumáticos
El primer punto que nunca debe pasarse por alto son las ruedas. Revisar que no tengan cortes, deformaciones, desgaste excesivo o pérdida de aire es fundamental. Un neumático en mal estado no solo reduce la estabilidad de la carga, sino que aumenta el riesgo de vuelcos o pérdida de control.
Consejo práctico: chequeá también el estado de la llanta y la presión de inflado, tambien verificá que no existan grietas o desprendimientos de material.
2. Dirección y frenos
El sistema de dirección debe sentirse firme, sin holguras ni movimientos irregulares. Un volante que responde con dificultad es señal de desgaste o de problemas hidráulicos.
En cuanto a los frenos, tanto el pedal principal como el de estacionamiento deben funcionar de manera inmediata y sin ruidos extraños.
Consejo práctico: probá el freno antes de cargar el equipo. Detectar una falla en pleno traslado de carga puede tener consecuencias graves.
3. Sistema hidráulico
El corazón del autoelevador es su sistema hidráulico, encargado de subir, bajar y bascular las horquillas. Verificar que no existan pérdidas de aceite ni mangueras dañadas es fundamental. También es clave escuchar si hay ruidos extraños cuando se accionan los mandos.
Consejo práctico: si notás movimientos bruscos, vibraciones o pérdida de potencia al elevar, no uses el equipo y reportalo inmediatamente.
4. Tablero y alarmas
El tablero de control debe encenderse correctamente y mostrar todos los indicadores. Luces de advertencia, alarmas sonoras y señales luminosas cumplen un rol esencial en la prevención de accidentes.
Ignorar un testigo encendido es uno de los errores más comunes entre los operarios poco capacitados.
Consejo práctico: prestá atención especial al nivel de combustible, batería o carga eléctrica, según el tipo de autoelevador.
5. Horquillas y mástil
Las horquillas deben estar rectas, sin grietas ni desgastes que comprometan su resistencia. El mástil tiene que moverse de forma fluida, sin trabas ni inclinaciones anormales.
Consejo práctico: verificá que las cadenas estén lubricadas y correctamente tensadas.
6. Iluminación y señalización
Un autoelevador que opera en depósitos o espacios compartidos necesita contar con todas sus luces de trabajo, bocina y, en muchos casos, alarma de retroceso. Estos elementos son clave para alertar a peatones y evitar colisiones.
Consejo práctico: nunca subestimes la importancia de la bocina en zonas de baja visibilidad.
7. Niveles de fluidos
Antes de arrancar, revisá el nivel de aceite del motor, refrigerante, líquido de frenos e hidráulico. Una máquina que trabaja con niveles bajos se desgasta más rápido y puede fallar en pleno uso.
Consejo práctico: si el nivel baja con frecuencia, probablemente exista una fuga que debe ser atendida de inmediato.
8. Elementos de seguridad
Por último, asegurate de que el cinturón de seguridad esté en buen estado, que la cabina o jaula protectora no tenga daños estructurales y que los espejos retrovisores permitan una correcta visibilidad.
Consejo práctico: aunque muchos operarios lo consideran incómodo, el cinturón es obligatorio y puede marcar la diferencia en caso de accidente.
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Realizar una revisión de autoelevador antes de cada uso no debería verse como una pérdida de tiempo, sino como una inversión en seguridad y productividad. Un checklist operario autoelevador bien aplicado permite detectar fallas a tiempo, evitar averías costosas y, sobre todo, reducir el riesgo de accidentes laborales.
En definitiva, un operario responsable es aquel que entiende que manejar un autoelevador no es solo “levantar y trasladar cargas”: es ser consciente de que cada detalle revisado puede prevenir un problema mayor.